27 abril 2006

La tonteria de tocar botoncitos

Cuando era chinorri, mi padre siempre me abroncaba en vacaciones de verano porque segun él, mi odisea veraniega se limitaba a ir de la cama al sofa y del sofa a la cama. Esa observacion, algo exagerada, todavia retumba en mis oidos y no puedo remediar el sentimiento de culpa cuando, en mi version adulta, sustituyo cama y sofa por consola y anime. Si es cierto que ahora el abanico se ha ampliado bastante mas, pero por mucho que realice otras actividades, siempre me estara dando la sensacion de o estar viendo anime/ leyendo manga o jugando a la consola.

Expuestos ya mis traumas infantiles, hoy vamos a hablar de uno de esos juegos mata-ratos que hacen que te olvides de todo lo demas por un ratito: Osu! Tatakae! Ouendan!.

A veces los juegos mas estupidos son los que mas diversion te proporcionan. Siempre me habian llamado la atencion juegos en los que lo unico que tienes que hacer es pulsar el boton adecuado en el momento correcto, por regla general siguiendo un ritmo. Mi primer contacto con este tipo de juegos fue con “Parappa the rapper” un jueguecillo tonto de un perrito rapero... lamentablemente solo tenia una demo para Playstation y jamas se me pasó por la mente la idea de comprarmelo, quizas por encontrarlo demasiado sencillo. Al poco tiempo tuve conocimiento de “Mad Maestro”, un jueguecillo de caracteristicas similares... al que tampoco hice mucho caso. Seamos sinceros: aunque me asegure toda la diversion del mundo, gastarme 60 euros por un juego que me va a simular la sensacion de hacer zapping por la caja tonta no me acababa de seducir. Entonces llegó la interactividad pura y dura...

La salida al mercado de la serie “Dancing Stage” con alfombrilla destroza-comedores me seducia bastante mas. La cosa ya no se limitaba a estar sentado frente al televisor siguiendo la musica y pulsando botones, sino a estar de pie frente al televisor “bailando”, pulsando botones con los pies en la diabolica alfombrilla y haciendo el patoso. Aix... que seria de mi sin la intimidad del hogar!. Aun asi, todavia cojeaba algo... la musica. Las versiones que llegan siempre de este tipo de juegos suelen estar adaptadas a los gustos de los usuarios del pais en cuestion. Asi, en vez de estar bailando al ritmo de las Morning Musume lo hacia a ritmo de las Spice Girls. Por dios! Si las Spice se separaron como 5 años antes de la salida del juego!. En fin...

Bastante tiempo despues, Hiroru-san se marchó a Japon y trajo consigo una PSP y un juegazo que renovó mis ganas por este genero: Taiko no Tatsujin Porutaburu. Superado el panico de los menus en japones, el juego era adictivo a mas no poder y aquel aliciente que para mi se perdia en las versiones europeas, llegaba sano y salvo gracias a la importacion y pirateria... canciones de J-Pop!. Segun lo que nos explicaba Hiroru-san mientras yo ya estaba provando unos vicios al Taiko, lo que le faltaba al juego de la portatil de Sony lo podiamos encontrar tanto la version para recreativas como en forma de periferico para Playstation 2: tambores. Tambores fisicos en los que tocar y dar un castañazo en vez de pulsar botones. Oix... eso si que era un sueño!. Automaticamente me converti en el fan numero 1 de la saga Taiko no Tatsujin.

Peeeero... como no soy muy devoto de la pirateria, jamas pude disfrutar de este juego en casa. Tenia que esperar a ir a casa de mi buen amigo Hitoru (primo de Hiroru, y algo mas partidario de la pirateria) para pegarme unos vicios a la version “Tobikkiri! Anime Special” de Taiko no Tatsujin. En esta version, las melodias a vencer estaban compuestas por canciones de series anime tales como Mazinger Z, Naruto, Evangelion, One Piece, etc. Sin embargo no teniamos tambores... y me contentaba con los botoncitos del mando de la Ps2. Yo ya estaba resignado y no sabia que hacer. Me planteé seriamente el entrar al Namco Station de rodillas suplicando que importasen esa maravilla nipona... yo amortizaria los gastos euro a euro y partida tras partida. Incluso pensé en piratear mi querida playstation, no para poder bajarme juegos sino simplemente para poder jugar al Taiko no Tatsujin. Años y años de fidelidad y juegos originales deben de tener algun dia su recompensa, no?. Cualquier cosa era valida para evitar los mosqueos del bueno de Hitoru, que ya empezaba a tenerme miedo por el hecho de que siempre que decia que iba a casa a ducharse, yo insistia en acompañarle. Ey! No confundais. Somos muy amigos pero no tanto para ducharnos juntos! Yo lo que queria era esperarle mientras jugaba unas partiduquis. Algo por dios, algo!

Y llegó la salvacion de manos de la pequeña gran N: la Nintendo DS. A la hora de decidirme por una de las portatiles de nueva generacion no lo dude ni por un momento. Durante muchos años fui un gran defensor de Nintendo. Todas y cada una de sus consolas han acabado tarde o temprano en mis manos... y ahora le debia explicaciones por la falta de una GameCube en mi inventario. Asi que no lo dudé: mi nueva portatil seria una Nintendo DS. Razones tenia: el añadido de la pantalla tactil ofrecia mayor jugabilidad si sabia aprovecharse. A la larga, los pocos titulos de Nintendo me parecen mas atractivos que el extenso catalogo de Sony. Muchos de los titulos de Nintendo conservan mas el concepto nipon de lo que debe ser un videojuego. El precio. Y para acabar de adobarlo, la compatibilidad con juegos de importacion, sin necesidad de toquetear el hardware de la consola. Ah! Y los perritos XD

Con el conocimiento de que podia comprar juegos de importacion con total impunidad, me lancé a la busca y captura de un juego que pudiese satisfacer mis ansias de vicios a lo nipon. Buscando y buscando no di con nada... pero weno... cuando no buscas es cuando encuentras. Asi que buscando videos de los Orange Range por estos mundos digitales di con un video de “Osu! Tatakae! Ouendan!”. La pantalla se volvió borrosa... eran las lagrimillas de felicidad ante tal descubrimiento.



La mecanica del juego es bien sencilla: tocar la pantalla tactil en el momento adecuado y en el sitio adecuado siguiendo el ritmo de la musica. El tracklist del juego era mas que atrayente: Orange Range, Asian Kung Fu Generation, Morning Musume y mis adorados L’Arc~en~Ciel. La historia enfermiza: un puñado de gente, ante los problemas de la vida cotidiana tales como examenes, enamorar al jefe, invasiones alienigenas o meteoritos del tamaño de Wisconsi piden ayuda a los Ouendan, un grupo de animadores de lo mas nipones (como recordareis por series como "Camepones") para que les den ese empujoncito a conseguir sus objetivos. Tu, con el stylus has de ayudar a los Ouendan a mantener el ritmo de sus bailoteos de animacion. Tronchante y adictivo... y con unos niveles de dificultad que haran que te plantees seriamente el poner un protector a la pantalla de tu DS. Me faltó tiempo para salir escopeteado a Norma Games y hacerme con él... original, por supuesto. Se que no es frikismo lo de este juego, porque mi pobre novia se enganchó sin remedio... y su hermana no tardo mucho. Hasta mi suegro!. Comprobado: juegazo.


Y digo yo... viendo las posibilidades de la pantalla tactil, ¿para cuando un Taiko no Tatsujin en DS?. Es igual. Cuando me pasé el juego vi la palabra mas esperanzadora que se puede encontrar en un videojuego (despues de tragarme todos los creditos): Tsuzuku (Continuará...). Pues que continue, por favor. Que continue.

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